The horse and boar - Story of Phaedrus (Fedro)
Posted on April 27, 2009 by Sinalefa
Every day Bronco quenched his thirst on a little river profundo.jabali
There also came a wild boar, to remove the mud from the bottom with his trunk and legs, clouded water.
The horse asked him to be more careful, but the boar was offended and treated him crazy.
They ended up looking with hatred, as the worst enemies.
Then the wild horse, full of anger, went to find the man and asked for help.
-I Will face the beast said the man but you let me ride on your back.
The horse agreed and there were, in search of the enemy.
He was found near the forest and, before he could hide in the bush, the man threw his javelin and killed him.
Freed boar, horse headed for the river to drink clear water, sure that I would not be bothered.
But the man did not intend to remove.
I'm glad to have helped she said. Not only did I kill that beast, but I captured a splendid horse.
And while the animal resisted, forced him to do his will and put reins and saddle.
He, who had always been free as the wind, for the first time in his life had to obey a master.
Although his fate was sealed, night and day since he lamented:
You fool me!The discomfort caused me wild boar were nothing compared to this!By magnify a small matter, I ended up being a slave!
Sometimes, in an effort to punish the harm they do to us, we partner with whom only interested in dominate.
El caballo y el jabalí – Fedro
Todos los días el caballo salvaje saciaba su sed en un río poco profundo.
Allí también acudía un jabalí que, al remover el barro del fondo con la trompa y las patas, enturbiaba el agua.
El caballo le pidió que tuviera más cuidado, pero el jabalí se ofendió y lo trató de loco.
Terminaron mirándose con odio, como los peores enemigos.
Terminaron mirándose con odio, como los peores enemigos.
Entonces el caballo salvaje, lleno de ira, fue a buscar al hombre y le pidió ayuda.
-Yo enfrentaré a esa bestia -dijo el hombre- pero debes permitirme montar sobre tu lomo.
El caballo estuvo de acuerdo y allá fueron, en busca del enemigo.
El caballo estuvo de acuerdo y allá fueron, en busca del enemigo.
Lo encontraron cerca del bosque y, antes de que pudiera ocultarse en la espesura, el hombre lanzó su jabalina y le dio muerte.
Libre ya del jabalí, el caballo enfiló hacia el río para beber en sus aguas claras, seguro de que no volvería a ser molestado.
Pero el hombre no pensaba desmontar.
-Me alegro de haberte ayudado -le dijo-. No sólo maté a esa bestia, sino que capturé a un espléndido caballo.
-Me alegro de haberte ayudado -le dijo-. No sólo maté a esa bestia, sino que capturé a un espléndido caballo.
Y, aunque el animal se resistió, lo obligó a hacer su voluntad y le puso rienda y montura.
Él, que siempre había sido libre como el viento, por primera vez en su vida tuvo que obedecer a un amo.
Aunque su suerte estaba echada, desde entonces se lamentó noche y día:
-¡Tonto de mí! ¡Las molestias que me causaba el jabalí no eran nada comparadas con esto! ¡Por magnificar un asunto sin importancia, terminé siendo esclavo!
A veces, con el afán de castigar el daño que nos hacen, nos aliamos con quien sólo tiene interés en dominarnos.