viernes, 16 de septiembre de 2016

Simple translation and sworn translation: what the difference?


del Blog Mar Traducciones
traducido por Federico Dilla
Simple translation and sworn translation: what the difference?

Hello, Federico:
The increase in trade has led to an increased displacement of people and a greater generation of documents and content in different languages. There are cases where it is easy to determine if you need a simple translation or a certified translation, but in other cases it may be more difficult to know. We will try to clarify the differences between these two types of translation and explain in what area and situation we need them.

¿Mere translation or sworn translation?

We define all that simple translation is not certified. It is the translation of any document, carried out by a professional translator (though anyone can translate a document, we always recommend content to rely native professional linguists and experts in their field of expertise).

They can be a simple translation documents of individuals or legal entities, private, business or public sector: commercial texts, legal texts, technical texts, academic texts, artistic texts ... a website, the catalog of products or services of a company , a contract, a trade agreement, a marketing campaign, a doctoral thesis, an exhibition posters, novels, films, to give some examples.

Instead, a sworn translation must be done by a sworn translator, duly authorized by the appropriate public body. In Spain, the Ministry of Foreign Affairs and Cooperation is responsible for granting the title of sworn translator for all those regions where there is no co-official languages. In the case of Catalonia, the Directorate of Language Policy of the Generalitat is responsible for enabling sworn translators for the Catalan language; for Galician is the General Secretariat for Linguistic Policy of the Xunta de Galicia and the Basque Ministry of Language Policy of the Basque Government.

Unlike simple translations, which are usually delivered in electronic form, certified translations are always printed. They must be accompanied by the appropriate certification of sworn translator and include your signature and stamp on each page to be valid.

What documents are subject to a sworn translation?

Both documents public and private sectors may require a sworn translation.

On a personal level, especially in the case of foreigners or expatriates, both the company and the government may request sworn translations of different documents, civil, social and educational field mainly: birth, marriage, certificate of registration; judicial decisions; lease or deed; Work contract; academics and diplomas, records etc.

At company level, they can be certified translation documents in the legal field (notarial deeds, contracts and trade agreements, court judgments) of (certificates and registration of all types of records) administrative level and technical level (reports, technical reports, folds for international public tenders), to give some examples.

In the case of public tenders, trade agreements and the creation or purchase of foreign companies, it is very important to be well informed agencies and relevant authorities about the documentation to be submitted and which requires a sworn translation.

Sworn translations, because of its official nature, has a simple translations that higher cost, and are not always necessary. For example, in the negotiation of a trade agreement, each party should amend the draft contract. It is preferable (and less expensive) to carry the simple translation of the draft and subsequent amendments and once closed the deal, make a sworn translation of the final version. In other cases, although it is necessary to submit a sworn translation, a fragment may be sufficient.
There are endless particular to each case. When in doubt, it is best to be well informed before the public agency or company requesting documentation and be advised by professionals.
Traducción simple y traducción jurada: ¿qué las diferencia?

Hola, Federico:
El incremento de los intercambios comerciales ha conllevado un aumento de los desplazamientos de las personas y una mayor generación de documentos y contenidos en diferentes idiomas. Hay casos en los que es fácil determinar si necesitamos una traducción simple o una traducción jurada, pero en otros casos puede ser más complicado saberlo. Vamos a intentar aclarar las diferencias entre estos dos tipos de traducción y explicar en qué ámbito y situación podemos necesitarlas.

¿Traducción simple o traducción jurada?

Definimos como traducción simple toda aquella que no es jurada. Es la traducción de cualquier tipo de documento, efectuada por un traductor profesional (aunque cualquier persona puede traducir un documento, nosotros siempre recomendamos confiar los contenidos a lingüistas profesionales nativos y expertos en su ámbito de especialización).

Pueden ser objeto de una traducción simple documentos de personas físicas o jurídicas, del ámbito privado, empresarial o público: textos comerciales, textos jurídicos, textos técnicos, textos académicos, textos artísticos… Un sitio web, el catálogo de productos o servicios de una empresa, un contrato, un acuerdo comercial, una campaña de marketing, una tesis doctoral, los carteles de una exposición, novelas, películas, por poner algunos ejemplos.

En cambio, una traducción jurada debe llevarla a cabo un traductor jurado, debidamente habilitado por el organismo público correspondiente. En España, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación es competente para la concesión del título de Traductor Jurado para todas aquellas comunidades autónomas donde no hay lenguas cooficiales.
En el caso de Cataluña, la Direcció de Política Lingüística de la Generalitat es la encargada de habilitar a los traductores jurados para el idioma catalán; para el gallego es la Secretaría Xeral de Política Lingüística de la Xunta de Galicia y para el euskera la Viceconsejería de Política Lingüística el Gobierno del País Vasco.

A diferencia de las traducciones simples, que suelen entregarse en formato electrónico, las traducciones juradas siempre se imprimen. Deben ir acompañadas de la correspondiente certificación del traductor jurado e incluir su firma y sello en cada página para ser válidas.

¿Qué documentos pueden ser objeto de una traducción jurada?

Tanto documentos del ámbito público como privado pueden requerir una traducción jurada.

A nivel personal, especialmente en el caso de personas extranjeras o expatriadas, tanto la empresa como las administraciones públicas pueden solicitar traducciones juradas de diferentes documentos, del ámbito civil, social y educativo principalmente: partidas de nacimiento, de matrimonio, certificado de empadronamiento; sentencias judiciales; contrato de arrendamiento o escritura de compraventa; contrato de trabajo; expedientes académicos y diplomas, etc.

A nivel empresarial, pueden ser objeto de traducción jurada documentos del ámbito jurídico (escrituras notariales, contratos y acuerdos comerciales, sentencias judiciales), del ámbito administrativo (certificados e inscripciones de todo tipo de registros) y del ámbito técnico (memorias, informes técnicos, pliegues para concursos públicos internacionales), por poner algunos ejemplos.

En el caso de los concursos públicos, los acuerdos comerciales y la creación o compraventa de empresas extranjeras, es muy importante informarse bien ante los organismos y las administraciones correspondientes acerca de la documentación a presentar y cuál requiere una traducción jurada.

Las traducciones juradas, debido a su carácter oficial, tiene un coste más elevado que las traducciones simples, y no siempre son necesarias. Por ejemplo, en la negociación de un acuerdo comercial, cada parte hará enmiendas al borrador del contrato. Es preferible (y menos costoso) realizar la traducción simple del borrador y las posteriores enmiendas y, una vez cerrado el acuerdo, realizar la traducción jurada de la versión definitiva. En otros casos, aunque sí es necesario presentar una traducción jurada, puede que con un fragmento sea suficiente.
Existen un sinfín de particularidades para cada caso. Ante la duda, lo mejor es informarse bien ante el organismo público o la empresa que solicita la documentación y dejarse asesorar por los profesionales.