Dátil. Del catalán dàtil, este del latín DACTYLUS, y este del griego δάκτυλος, propiamente
‘dedo’, por su forma.
Despabilar y espabilar tienen en común, además del significado, su origen: la palabra pavesa o parte ya quemada del pabilo o mecha de las velas y candiles. La primera
acepción que figura en el diccionario académico de ambos verbos sigue siendo,
precisamente, ‘quitar la pavesa’.
Despampanante ‘pasmoso, llamativo, que deja atónito por su buena presencia u otras
cualidades’, literalmente ‘capaz de quitarle a uno el taparrabos’ porque despampanar ‘desconcertar’ es propiamente ‘quitar a uno la pampanilla dejándole
desconcertado’, donde pampanilla es ‘taparrabos’, derivado de pámpano ‘sarmiento verde o pimpollo de la vid’.
Difunto. Del latín DEFFUNCTUS, compuesto de la
preposición DE y FUNCTĬO, -ŌNIS ‘función, tarea’,
propiamente ‘que ha cumplido con su tarea’.
Dinosaurio. Palabra compuesta con las voces griegas δεινός ‘terrible’ y σαῦρος ‘lagarto’.
Diostedé ‘tucán (ave)’ en Colombia, Ecuador y Venezuela. De Dios te dé porque, al cantar, se interpreta que dice estas palabras.
Divertir ‘entretener, recrear’, ‘apartar, desviar, alejar’. Del
latín DIVERTĔRE ‘llevar por varios lados’, ‘apartarse’, de donde
‘distraerse’.
Droga. Del árabe hispánico *hatrúka; literalmente, ‘charlatanería’.