-
¿vas a levantarte tu sólito o me obligarás a q te levante yo? - Me dice Él
- tengo una depresión de caballo, estoy solo, nadie me quiere, no tengo dinero y los que tu elegiste me apalean.
- todo forma parte de tu formación.- me dice sonriente.
- ¿Mi formación para qué?.- protesto
- Ya lo sabrás.- responde como siempre en abstracto misterio
- ¡Siempre tan misterioso, abstracto, absurdo y... y... y...¡ ...¡Bah...¡...Inspiro profundamente diciéndome: levántate por n-ésima vez, quítate el polvo
de encima y empieza de nuevo.
- ¿X
q? Ya hice de todo.-Me digo y le digo.- ¿no te basta?
-
Sabes q no hiciste suficiente para todo lo q permití q vieras, experimentaras y
probaras.
-
solo me hiciste desgraciado, siempre me quitabas mas de lo q tenia y me dejabas
solo
-
debía fortalecerte para lo q te espera.- me responde rotundo.
- ¿Aun
mas?
- En
la tierra solo te entrenas
- Pero
si nunca voy a conseguir q me lleves al cielo, me condenaste hace tiempo y tu
sabes por que
- Es
cierto, no vendrás al cielo
- Entonces
por que no me dejaste sin nacer? Total, la probabilidad de q naciera era casi
la nada 1/10 elevado a 2.600.000
- Porque
te quiero en mi ejercito
- ¿En
tu ejercito?
- Si
- Sigo
sin entender.- le respondo incrédulo
- Vas
a pelear a mi lado y defenderás el cielo pero no se pelea alli
- Vaya!
Ya entiendo. Al infierno pero a pelear alli
- Ademas
aun no te toca venir
- ¿X q
tengo dudas y mi cuerpo ya se debilita? Pues eso puede ser porque te has pasado
no crees?.- protesto
- No. X q aun te falta por escribir muchas cosas
- Ya
tengo 42 libros.- reprocho
-Pero
no tu verdadera historia de amor. Y solo dejaste la mitad de lo q viste, y a
pocos dejé q vieran
- Si
encima seré un privilegiado ¿no te fastidia?
- Tu
cuerpo esta débil pero tu espíritu es mas fuerte
- ¿No
tienes miedo a q cuando baje al infierno mis instintos me pasen al otro bando?
- Siempre
tendrás libre elección
- ¿Por qué no me lo cuentas de una vez clarito? ¿Por qué no contaste conmigo desde el principio?
- porque entonces serias fuerte de cuerpo y débil de espíritu.
- ¡Quien te entienda que te compre¡.- le reprocho al tiempo que acepto seguir intentándolo sin mucho convencimiento.