lunes, 29 de septiembre de 2014

Mi Diario ¿te has dado cuenta de que pocas veces se nombran filosofas y siempre son filosofos?



Diario

Querido Diario, ¿te has dado cuenta que cuando los filósofos y pensadores son del género masculino expresan juicios de valor y máximas como poseedores de la verdad absoluta? ¿Te has fijado que cuando las filósofas y pensadoras son las que expresan esos mismos movimientos lo hacen para las de su género? Es algo que no me explico del todo. También me he fijado en que las grandes pensadoras del mundo han sido esposas, madres, hijos o prostitutas de afamados pensadores masculinos. ¡Menos mal que este Diario es personal y nadie lo leerá¡ Porque estoy seguro que algunas feministas que no se pararon diez segundos a comprobar lo que te he dicho, estarían ya denunciándome. Ejemplos podría ponerte cientos, porque afortunadamente mujeres pensadoras ha habido tantas como hombres. Enheduanna (2440 a.C.), hija del rey babilónico Sargon I, o Aganice, astróloga de la corte del faraón Sesostris II (1880 a.C.). La china Ban Zhao que terminó el libro de Han en el que ella enseñaba el sexo sumiso a sus congéneres. La judía Bruriah, hija, esposa y madre de rabinos, que se atrevió a criticar el Talmud. Diotima, que enseñó a Sócrates los secretos y técnicas amatorias o Theano esposa de Pitágoras. De todas las conocidas. El caso de Agripina la Menor es el que más dentro me ha llegado en el tema que estamos tratando. Por si no te acuerdas, querido Diario, te diré que Agripina la Menor o Agripina la Joven (16 d.C.- 59 d.C.) Fue emperatriz romana. Hija de Germánico y de Agripina la Mayor. Casada primero con Domitio Ahenobarbo y madre de Nerón. Fue una de las damas más disolutas de Roma. Se casó en terceras nupcias con su tío, el emperador Claudio, de quien consiguió que adoptara a Nerón. Eliminó a su esposo mediante el veneno y encumbró al trono a su hijo. El cual mandó asesinarla ¡Todo un detalle por su parte¡ ¿No te parece?. Algo parecido al Arallu y al Clan familiar de Core.


No podría dejar este tema sin recordar los encuentros que marcaron el destino del mundo en los famosos Salones Parisinos. La fundadora fue una mujer y ¡Qué mujer¡ Esta mujer podría definirse muy bien con una frase suya “En amor, los grandes placeres tocan muy de cerca a los grandes dolores”. Jeanne Julie Éléonore de Lespinasse, conocida simplemente como Julie de Lespinasse (Francia, 1732-1776) fue hija ilegítima del Conde de Chamrond. Gaspard de Vichy, el hermano de la organizadora de un famoso salón parisino, Marie de Vichy-Chamrond, conocida como la Marquesa Marie du Deffand (1689–1780), ella misma fue también la organizadora de un Salón de Reuniones Influyentes Sociales en París. En la Rue Bellechasse, a mediados del siglo XVIII. Por donde pasaron todos los nobles y artistas de Europa que pasaban por Paris. Por sus matrimonios y parentescos, estaba unida a la nobleza francesa y española, pariente cercano de notables y poderosos canónigos y sacerdotes segundones de la familia. Contando entre sus filas a Ramón de Pignatelli. (Entre otras cosas, de la prestigiosa Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, de la obras del Canal Imperial de Aragón, Rector de la Universidad de Zaragoza, canónigo de la Basílica del Pilar, patrono del pintor aragonés Francisco de Goya). Me hubiera encanado formar parte de las tertulias de esos Salones Parisinos del mismo modo que lo hice del Café Lyon y del Café Gijón.