«El hombre no es dado ‘a sí mismo más que por los sentidos; es objeto
para sí mismo como objeto de los sentidos. La identidad del sujeto y el objeto
que no es más que el pensamiento abstracto en la conciencia de sí mismo, no es
verdad y realidad más que en la intuición sensible que el hombre tiene del
hombre. La unidad del pensamiento y del ser sólo tiene sentido y verdad si se
concibe al hombre como fundamento y sujeto de esa unidad. Sólo un ser real
conoce las cosas reales; sólo cuando el pensamiento no es sujeto para sí mismo,
sino predicado de un ser real, no está separado del ser. De ahí que la unidad
del pensamiento y del ser no es una unidad formal, en la que el ser se añada
como una determinación al pensamiento en sí y por sí la unidad no depende más
que del objeto, del contenido del pensamiento. » L. FEUERBACH (Principios fundamentales de la filosofía del porvenir)