miércoles, 3 de septiembre de 2014

Muchas palabras tienen un origen realmente curioso

Muchas palabras tienen un origen realmente curioso, tanto por su etimología como por su significado. He aquí algunos ejemplos que hemos encontrado en los diccionarios que son la base de las consultas de Curiosidario.es. Es posible que existan otras palabras que se puedan considerar de origen curioso recogidas en otros diccionarios o academias de la lengua española


Abrojo ‘planta perjudicial a los sembrados’. Contracción de la frase latina APERĪ ŎCŬLOS ‘abrir los ojos’, originariamente advertencia al que segaba en un terreno cubierto de abrojos para que se guardara de los mismos, y luego nombre de la planta.
Acoquinar ‘acobardar’. Del francés acoquiner ‘acostumbrarse a un hábito degradante’, ‘acurrucar’, derivado de coquin ‘mendigo’, ‘bribón’.
Acostar. De costa, que antiguamente significaba ‘costilla’, porque el que se acuesta ordinariamente descansa sobre las costillas, o el costado.
 Agobiar. Derivado del latín vulgar *GIBBUS ‘giba’. Agobiado significó originariamente ‘cargado de espaldas’, de donde agobiar ‘encoger, agachar la cabeza’, y luego ‘encorvar’, ‘abrumar’, angustiar’.
Aldaba. Del árabe hispánico hadaba y este del árabe clásico daba, literalmente ‘lagarta’, por su forma, en origen semejante a la de este reptil.
Amatista ‘cuarzo transparente’. Del latín AMETHYSTUS, y este del griego μέθυστος, propiamente ‘sobrio, que no está borracho’, porque se creía que esta piedra preservaba de la embriaguez.
Anhelar ‘desear con vehemencia’. Del latín ANHELĀRE ‘respirar con dificultad’. En castellano antiguo significaba lo mismo que en latín. La evolución semántica de ‘respirar con dificultad’ a ‘desear con vehemencia’ es tan fácil como curiosa.
Antílope. El DRAE ofrece la siguiente etimología: «Del fr. antilope, este del ingl. antelope, este del b. lat. antilops, -opis, y este del gr. νθάλωψ, νθάλοπος, nombre de un animal mal conocido o fabuloso». Corominas por su parte explica: «En el s. XIII Brunetto Latini empleó en francés antelu antelop, y algo antes el fabulista inglés Odo de Cheriton († 1247), escribiendo en latín, habla del antilops como un animal que se complacía en enredar sus cuernos con las ramas de los árboles, y al no poder desasirse lanzaba grandes voces que, oídas por los cazadores, eran causa de su perdición. Probablemente los viajeros ingleses se acordaron de este antilops al bautizar el animal visto en África».

Aperitivo. El DRAE se limita a decir que procede del latín APERITĪVUS. Corominas lo deriva de abrir, algo que está más acorde con la definición que ofrecía el Diccionario de Autoridades (1726): «Cosa que abre y limpia las vias. Es voz usada de Médicos y Boticários, que se aplica à cualquiera medicamento, que causa este efecto». Considerando la acepción médica todavía vigente ‘que sirve para combatir las obstrucciones, devolviendo su natural permeabilidad a los tejidos y abriendo las vías que recorren los líquidos en el estado normal’, es fácil comprender la evolución semántica de aperitivo desde el campo medicinal al de ‘bebida y comida que se toma antes de una comida principal’, pasando por el de ‘que sirve para abrir el apetito’.

Carácter. Del latín CHARACTER ‘hierro de marcar ganado’, ‘marca con hierro’, ‘carácter de estilo’, y este del griego χαραχτήρ ‘grabador’, ‘instrumento grabador’, ‘marca, figura’, ‘carácter distintivo’, derivado de χαράττειν ‘hacer una incisión, marcar’. Es decir, del significado ‘señal o marca’ de los animales se pasó a cualquier otro tipo de ‘señal o marca’, incluida la escritura, y de ahí a designar el ‘conjunto de cualidades de una persona’, especialmente la de ‘ánimo elevado y fuerte’, y, por fin, el ‘modo de decir, o estilo’.
Carca es un adjetivo despectivo, abreviación jergal y sinónimo de carcunda ‘carlista’, ‘de actitudes retrógradas’. Carcunda procede del portugués, designación que se le daba a los absolutistas en las luchas políticas de este país de principios del s. XIX.
Carótida ‘cada una de las dos arterias que van a un lado y otro del cuello’. Del griego καρωτίδες, derivado de καρον ‘adormecer’, ‘amodorrar’, porque las carótidas llevan la sangre al cerebro y de ellas se hacía depender el sueño.
Cataclismo. Del latín CATACLYSMUS, y este del griego κατακλυσμός ‘inundación’.
Catre ‘cama ligera para una sola persona’. Del portugués catre, y este del tamil kattil ‘cama’, ‘sofá’, relacionado con el sánscrito khátva ‘lecho, catre’. En viajeros de la India expresó sobre todo una especie de hamaca de lona, una pequeña y baja cama fácil de armar y desarmar, como las que se traían de China.
Celosía ‘enrejado de las ventanas’. Derivada de celoso, que a su vez viene de celo, del latín ZĒLUS ‘ardor, celo’, y este del griego ζλος, derivado de ζεν ‘hervir’.
Cementerio. Del latín COEMETERĬUM, y este del griego χοιμητήριον ‘dormitorio’, derivado de χοιμάν ‘acostar’.
Centro. Del latín CENTRUM y este del griego κέντρον ‘aguijón, punta del compás en el que se apoya el trazado de la circunferencia’.
Cetáceo ‘orden de mamíferos marinos como la ballena y el delfín’. Del latín CĒTUS ‘monstruo marino’.
Chándal ‘ropa deportiva’. Del francés chandail, jersey de los vendedores de verdura.
Chiste. Tuvo especialmente significado de ‘chiste obsceno’, que parece haber sido el originario, pues se trata de un derivado de chistar ‘hablar en voz baja’, debido a que esta clase de dichos agudos e impúdicos se decían en voz baja o al oído.


Aperitivo. El DRAE se limita a decir que procede del latín APERITĪVUS. Corominas lo deriva de abrir, algo que está más acorde con la definición que ofrecía el Diccionario de Autoridades (1726): «Cosa que abre y limpia las vias. Es voz usada de Médicos y Boticários, que se aplica à cualquiera medicamento, que causa este efecto». Considerando la acepción médica todavía vigente ‘que sirve para combatir las obstrucciones, devolviendo su natural permeabilidad a los tejidos y abriendo las vías que recorren los líquidos en el estado normal’, es fácil comprender la evolución semántica de aperitivo desde el campo medicinal al de ‘bebida y comida que se toma antes de una comida principal’, pasando por el de ‘que sirve para abrir el apetito’.