jueves, 21 de agosto de 2014

Libro 24.- EL EMPLEO DE LA ACUPUNTURA EN LA ANESTESIA ANIMAL

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La obra está basada en las investigaciones de los autores yendo dirigida tanto a estudiantes como a profesionales de la veterinaria, del mismo modo que a todos aquellos interesados en el conocimiento del desencadenamiento y tratamiento del dolor; demostrando su eficacia como técnica aplicada a seres irracionales exentos del factor sugestión. En particular la obra se especializa en el proceso de ese dolor como aplicación en la anestesia animal, recogiendo de forma pragmática los estudios basados en el conocimiento de los centros del dolor y de las hormonas que se liberan, describiéndose los meridianos y puntos a estimular para tal fin, con la aportación de nuevos mapas auriculares; comparando las técnicas orientales con las occidentales, como objetivo final para el bienestar y salud de los pacientes conforme al lema que rige la profesión veterinaria “higia pecoris, salus populis”

La medicina, la veterinaria y todas aquellas ciencias cuyo fin es la salud y el bienestar de sus pacientes son ciencias sometidas a cambios constantes debidos a la investigación y a la experiencia de los que las practican. Desde principios del mundo, tanto los seres humanos, como mucho antes los animales, han sufrido dolores que les han alterado su vida llegando incluso a ponerla en riesgo. Cuando el hombre hizo acto de presencia en la tierra se obsesionó con atajar ese mal por cualquier medio o remedio que se ingeniase; y de este modo, ensayo tras ensayo, dió con varios remedios que le han proporcionado el alivio buscado. Tiempo mas tarde el hombre se percata que ese dolor, no es de por si un mal, si no un aviso, una señal que su propio organismo le hace como síntoma de que algo no funciona bien, dándole tiempo a indagar sobre cual es la causa de ese síntoma molesto pero necesario que es el dolor; descubriendo de este modo las patologías. El afán curioso o si preferimos investigador del hombre, le hace considerar necesario atajar ese dolor antes de intentar cualquier intervención quirúrgica que le lleve a terminar con esa patología, cayendo en una especie de espiral antiálgica. Según el diccionario de las Ciencias Medicas, anestesia es “la abolición de la sensibilidad”, aplicándose ese termino para indicar la pérdida de la sensibilidad al dolor, consiguiéndolo mediante la farmacopea tradicional occidental. El termino “anestesia” como está definido fue aplicado por primera vez por Oliver Wendell Holmes, en una carta escrita a su amigo Morton; sin embargo en la Grecia de 400 años antes de Cristo, Platón ya la menciona  como sinónimo de insensibilidad y Discorides en el siglo I la usa para agrupar a todas las ausencias de sensaciones físicas. El primer dato escrito que hace referencia a la anestesia animal se encuentra en la Eneida de Virgilio, cuando el can que guarda la puerta del reino de Hades, Cerbero, es drogado para permitir la entrada. En esta obra se compara una técnica milenaria que ha sufrido mínimos cambios y que implican mínimos cuidados, con las técnicas anestésicas occidentales que involucran desde los controles preoperatorios de alergias e incompatibilidades, hasta las atenciones postoperatorias, pasando por los registros de alteraciones metabólicas, de constantes fisiológicas y vigilancias durante la intervención, sin olvidar los riesgos que conllevan las sobredosis, o infradosis. El enfoque del libro es poner de manifiesto el dolor y su control sin menosprecio de ninguna de las técnicas conocidas, como objetivo final para el bienestar y salud de los pacientes conforme al lema que rige la profesión veterinaria “higia pecoris, salus populis”